Poet

Alberto “POET” nací el 30 de agosto de 1987 en la capital del estado de Veracruz, creciendo entre calles vibrantes y colores urbanos. Desde temprana edad, mostré un interés innato por el arte, pero fue en la adolescencia cuando descubrí mi verdadera pasión: el graffiti.

Inspirado por la energía caótica pero expresiva de la ciudad, Comencé a plasmar mi visión del mundo en los muros grises que rodeaban mi barrio. Aprendí las técnicas básicas del graffiti, desde la elección de las latas de aerosol hasta el manejo del estilo y la perspectiva. Mi firma, “Poet”, se convirtió en su seudónimo artístico, dejando una huella única en cada obra.

Durante mi adolescencia, me uní a un grupo de graffiteros locales llamado “crew IKA”, donde compartí experiencias, técnicas y, lo más importante, la hermandad que solo los amantes del graffiti entienden. El crew se convirtió en su familia artística, y juntos exploraron nuevos territorios creativos, desafiando las normas y llevando el arte urbano a nuevas alturas.

A medida que fui evolucionando como artista, “Poet” me destacaba por su estilo distintivo, fusionando elementos del graffiti tradicional con influencias de naturaleza, 3D, aves, etc. Mis piezas coloridas y llenas de vida a menudo abordaban temas asociándose con la gente, convirtiéndome en un medio para transmitir mensajes y despertar la conciencia en la comunidad.

A lo largo de los años, las obras ganaron reconocimiento en la escena local y se expandieron a nivel nacional concirtiendome en MRK CREW. Participe en numerosas exhibiciones de arte urbano como Liga Graffiti, Wild Style, Wall of Fame entre otros, colaboré con marcas y organizaciones para proyectos creativos y, al mismo tiempo, continuó dejando mi marca en los rincones menos esperados de la ciudad.

Aunque mi arte a veces fue objeto de controversia, siempre defiendo la idea de que el graffiti es una forma legítima de expresión artística. Para mi, cada muro pintado es un lienzo que narra una historia, un diálogo entre el artista y el entorno urbano.

No solo dejó una marca indeleble en las paredes de la ciudad, sino que también contribuyó a cambiar la percepción del graffiti, elevándolo de un acto de rebeldía a una forma respetada de arte urbano. Mi legado perdura en las calles, recordándonos que el arte puede florecer en los lugares más inesperados y que la creatividad no conoce límites.