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Originaria del área de Chicago, pasé el año pasado en México porque estudié y siempre me han fascinado los murales, y el poder que tienen para unir a las comunidades. Durante mi estancia en México, empecé a hacer mis propios murales y me enamoré de todo. El proceso, las interacciones mientras trabajaba, la improvisación, el resultado final, las amistades forjadas con otros artistas y miembros de la comunidad. Espero dar a los demás un poco de la alegría y la conexión que siento al pintar a través de mi trabajo. A medida que he pintado más y más murales en los EE.UU. y México, he visto cómo pintar en algún lugar puede conectarte tan profundamente con la gente, la tierra y la atmósfera. Me entusiasma conocer más lugares y personas a través de la pintura. Incorporo muchos estilos en mi arte, mezclando fondos y letras de pintura en aerosol con los finos detalles de retratos y manos en pinceladas. Aquí en México he trabajado como asistente para artistas de gran escala en muros de más de 200 pies de altura, trabajando mi propio estilo y técnica mientras aprendo observando a los profesionales que asisto. He participado en varios murales comunitarios, murales patrocinados por el gobierno y exposiciones de graffiti en México y he encontrado que estos eventos son en su mayoría dominados por hombres. Aunque mi trabajo abarca muchos temas e ideas, me encuentro dando prioridad a las expresiones genuinas de las mujeres en el mundo artístico. Mujeres con profundidad, poder, luchas que son algo más que rostros sexys para ser pegados en vallas publicitarias, como muchos de los murales y anuncios que se exhiben.